Con la Navidad a la vuelta de la esquina.
La hallaca es mucho más que un plato, es un testimonio de amor que se hereda de generación en generación. Cada hoja de plátano, aceituna, pasa o hilo comprado en el mercado representa el inicio de la gran cadena de afectos que se arma en casa, donde abuelas, hijos y nietos se unen para mantener viva la receta familiar, ese tesoro culinario que define nuestra identidad.
A diferencia de otros años, la afluencia de compradores en busca de ingredientes confirma que la tradición es más fuerte que cualquier espera. El Mercado Terepaima se ha convertido en el vibrante punto de partida de este ritual de unión que cada familia atesora.
Los comerciantes del mercado ofrecieron un panorama sobre el costo de los productos y la dinámica de las ventas. Yicson Álvarez, un comerciante de la zona, detalló los costos actuales y afirmó que «Las ventas están mejorando con el paso de los días…».
Según Álvarez, la aceituna rellena se encuentra en 2.400 Bs, mientras que la aceituna de hueso, las pasas y las alcaparras están en 2.000 bolívares el kilo. Otros insumos esenciales para el guiso y el envoltorio también fueron cotizados: los encurtidos a 1.200 bolívares el kilo, el hilo pabilo a 200 bolívares, el ajo pelado a 1.600 bolívares y las hojas de plátano a 250 bolívares.
Por su parte, Juan Manzanares, otro vendedor, confirmó la tendencia positiva: «Las ventas están bastante buenas, las hojas las tengo en 270 bolívares, están viniendo bastante a comprar, desde el mes de octubre comenzaron las ventas».
El optimismo también es compartido por Neudy Rodríguez, quien espera que la afluencia siga creciendo a medida que se acerca diciembre: «Para la fecha, las ventas han arrancado bien, estamos en noviembre y esperamos que con el pasar de los días se acerquen más personas aquí al mercado y compren los ingredientes para las hallacas».
El Mercado Terepaima, una vez más, se erige como el epicentro de las compras de ingredientes navideños en Barquisimeto, donde el aroma a encurtidos confirma que la tradición de la hallaca está más viva que nunca.