El presidente de Colombia, Gustavo Petro, lanzó una fuerte advertencia a Estados Unidos (EEUU), al asegurar que cualquier ataque militar en la región de Latinoamérica sería interpretado como una agresión a la totalidad del subcontinente. Sus declaraciones, enmarcadas en la coyuntura de la política exterior y la unidad regional, hicieron referencia a la histórica desunión y la pasividad de los líderes ante conflictos internacionales.
En un llamado a la solidaridad continental, Petro afirmó: «Es como, yo qué siento si cae una bomba en cualquier lugar de América Latina, es contra nosotros. Son nuestro pueblo, son nuestro pueblo». El mandatario colombiano enfatizó un sentimiento de hermandad con naciones como Venezuela y comparó la situación con un misil que «siempre va a matar jóvenes… siempre va a matar seres humanos».
El líder colombiano lamentó la falta de una conciencia latinoamericana robusta. Expresó su tristeza por la apatía de otros líderes: «Una de las cosas que me da más tristeza es ver a los presidentes en silencio, haciendo cálculo económico». Comparó esta inacción con la situación en Medio Oriente, donde el cálculo económico previo solo resultó en ruinas de Gaza.
Petro criticó abiertamente la historia de injerencia en la región, recordando heridas históricas como la herida de Panamá y el despojo territorial. A su juicio, la actual institucionalidad global es fallida, ya que «ya no produce sino genocidio y no sabe reaccionar ante un genocidio».
Finalmente, el presidente hizo un llamado a un cambio profundo, citando que «la ensoñación nace en las revoluciones». Concluyó enfatizando que llegó la hora de las revoluciones y los momentos constituyentes, señalando una reconfiguración del mundo porque las estructuras existentes a su criterio, ya no funcionan. Vale recalcar que sus comentarios se dan en un contexto de críticas a los ataques de EEUU en el Mar Caribe.