Cardenales de Lara demostró que está más vivo que nunca en la Gran Final de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP). Los crepusculares derrotaron nueve carreras por dos a Bravos de Margarita, en el tercer desafío desde el estadio de Nueva Esparta.
Los larenses continuaron con la ideología de esta final: el que pega primero se lleva el partido. Por primera vez en la serie final, los dirigidos por Henry Blanco estuvieron arriba en el marcador y no perdieron la ventaja en el fortín de Guatamare, que contó con un llenazo de 14.982 fanáticos.
El bateo que tanto brilló a lo largo de la temporada se mostró en su mejor versión en el Juego 3 de la final. Asimismo, una destacada participación Máximo Castillo comandó una labor monticular que dejó en solo dos anotaciones a la franquicia oriental.
Claves de la victoria de Cardenales en el Juego 3:
Poderío ofensivo
Cardenales mostró interés en competir en la presente final de la LVBP. La toletería madrugó desde el primer inning al abridor de los Bravos para tomar la delantera en el marcador por primera vez en la vigente instancia. Ildemaro Vargas, Gorkys Hernández y Harold Castro funcionaron a la perfección como primeros en el orden ofensivo ligando de 14-8 con seis anotadas, dos remolcadas y par de dobletes.
El trío de bateadores trabajó durante todo el partido para conseguir una base adicional y provocaron que los locales cometieran algunos pecados letales a la defensiva. Asimismo, Rangel Ravelo continúa como el hombre de poder de los pájaros rojos con dos producidas gracias a un enorme cuadrangular.
Máximo Castillo hizo su trabajo
Lara depositó su confianza en Máximo Castillo para abrir el tercer desafío de la final. Fue una decisión con algunas preocupaciones, tomando en cuenta que el lanzador no tuvo su mejor participación en el Round Robin. Sin embargo, el as de Cardenales se creció en el momento más importante con una presentación notable de cinco entradas completas, seis hits, una carrera, tres boletos y tres ponches.
La labor del derecho le dio confianza al bullpen que terminó respaldando su salida. Comandados por Jesus Valles (hold), los relevistas crepusculares dominaron a placer el madero margariteño en cuatro innings, tres imparables, una rayita y tres abanicados.
Henry Blanco movió sus fichas
Las molestias físicas de Andrés Chaparro obligaron a Henry Blanco a editar su alineación para el tercer duelo. El dirigente colocó como torpedero a Eduardo García, moviendo a Ildemaro Vargas a la segunda almohadilla y Harold Castro a los jardines. La presencia García en el campocorto terminó siendo vital en el juego defensivo de los barquisimetanos, que solo cometieron un error en el partido.
