Un equipo de los Azulejos que ha protagonizado remontadas durante toda la temporada, probablemente acaba de lograr la mejor de todas. No es que el déficit que enfrentaron durante el juego cuatro de la Serie Mundial la noche del martes en el Dodger Stadium haya sido enorme. De hecho, fue apenas de una carrera. Pero tras quedarse cortos en un juego tres de 18 innings — empatado como el más largo en la historia de la Serie Mundial –, los Azulejos mostraron una impresionante recuperación física y mental en una convincente victoria por 6-2 sobre los Dodgers.
Con un jonrón tempranero del ícono de octubre, el dominicano Vladimir Guerrero Jr., una sólida apertura de Shane Bieber, un ataque de cuatro anotaciones en el séptimo inning y un bullpen intratable, los campeones de la Liga Americana respondieron con todo tras una noche de sueño fugaz. Y ahora esta Serie Mundial al mejor de siete está empatada a dos triunfos por bando, con un juego seis asegurado en Toronto la noche del viernes.
“Ayer fue una derrota bien dura, pero la dejamos atrás de inmediato”, manifestó Guerrero. “Para nosotros, es un juego, un pitcheo a la vez, y hoy pudimos salir con la victoria”. En la madrugada del martes, después del maratónico juego tres, el mánager de los Azulejos, John Schneider, fue rápido en recordarles a los reporteros que los campeones defensores, los Dodgers, “no ganaron la Serie Mundial, ganaron un juego”.
Tenía razón. Pero era válido preguntarse cómo respondería Toronto a ese golpe anímico, en lo que fue sin duda un desgaste físico y emocional para ambos equipos, aunque con un impacto mayor para unos Azulejos que están en esta etapa de la postemporada por primera vez juntos.
Shane Bieber, adquirido por Toronto en la Fecha Límite de Cambios mientras completaba su rehabilitación tras la cirugía Tommy John, lanzó con autoridad con la ventaja. Trabajó 5.1 entradas, con una carrera permitida, cuatro hits, tres bases por bolas y tres ponches.
Cuando Schneider decidió sacarlo con dos corredores en base y un out en el sexto, recurrió al novato zurdo Mason Fluharty, quien sacó a Muncy con un elevado en un solo pitcheo y ponchó a Tommy Edman con tres envíos para preservar la ventaja. Dos outs enormes, como se vio después.
“La apertura más importante de mi carrera”, dijo Bieber. “Obviamente, viniendo de una cirugía, Tommy John… me siento bastante bien, tomando todo en cuenta, pero al mismo tiempo, sigo en ese proceso. Estoy muy agradecido por la oportunidad, y fue un gran triunfo en equipo. Me hubiera encantado lanzar un par de entradas más, especialmente después de lo de anoche –qué juego fue ese. Pero estos muchachos me respaldaron de gran manera. Fluharty, Chris Bassitt… ¿Qué se puede decir de ese tipo? Se ha convertido muy rápido en uno de mis favoritos de todos los tiempos, y ya se lo dije. Emocionado de celebrar con los muchachos y enfocado en lo que viene mañana”.
Ohtani, por su parte, lanzó hasta el séptimo inning, una hazaña notable, tras su desempeño ofensivo histórico la noche anterior; necesitó una vía intravenosa después del juego. Pero finalmente lució agotado en su último capítulo. Daulton Varsho abrió con sencillo al derecho, y Ernie Clement conectó un doble contra la pared del izquierdo, al colocar a dos en posición de anotar.
Los Azulejos habían pasado la noche anterior tropezando en busca de ofensiva. Dejaron a 19 corredores en base, un récord en la historia del Clásico de Otoño. Una derrota así puede sentirse como dos. Pero estos “Niños del Regreso” lo hicieron otra vez. A pesar del poco descanso, lucieron renovados. Y ahora, también, lo está esta Serie Mundial.
Fuente: MLB
VTV/NA/EB
